Su vida.

Le enoja desear con tanto anhelo  querer hacer parte de la obra, querer usar el mejor vestuario para cada escena, esperar decir las líneas correctas que aseguren un éxito de taquilla, querer actuar perfectamente para al fin, terminar siendo lo más imperfecta posible, seguir el guión al pie de la letra y aun así decepcionar a quien se le acerca, romper en pedacitos la felicidad que a ratitos le regalan.
Se toma enserio su papel, no es el mejor de todos pero al menos le pertenece un 75%.
Quiere que le aplaudan todos para que su odio a sí misma no se la carcoma en tiempo record, tiene verguenza... creanme que sí, la tiene. No tiene excusas, sabe que es una completa mierda; es una más del montón, aunque lo oculte bien.
Quiere, cual actriz de película que termine todo en 2 horas 35 minutos,   para irse al fin a su casa como siempre deseó, aunque no sepa que le espere allí.

Frente al espejo.

Con los dedos se peina el cabello que cae sobre su frente hasta sus cejas, sus ojos muertos escondidos vanamente detrás de unos lentes recorren su rostro en busca de identidad, sus labios quebrados de color rosa pálido y morado fibrilan casi indetectables… ensaya una sonrisa; tratando de verse con los ojos de alguien más.