lunes, 29 de noviembre de 2010

Interactué con un ser

Trotaba en las noches como suelo hacer alrededor de los árboles, flores y chicos en las bancas descubriendo las bocas de sus novias. Mi hermana me acompañaba y me entretenía hablando pavadas sobre algún profesor X que un día le gustó.
Sentado solitario en una banca y leyendo bajo la amarilla y opaca luz del parque vi un anciano; me acerqué y lo advertí de lo grave que es leer bajo luces tenues, me contestó que el ya era viejo y que ya no era importante cuidar su vista, además tenía cataratas.
Eso en definitiva me causó gracia, ignorando lo cruel y real que era, Porque cuando ya has envejecido que has perdido tu fuerte armazón biológico, tu fresca gracia y mente predispuesta a aprender de las nuevas tecnologías sin juzgarlas de perjudiciales o inapropiadas te empiezan a catalogar como ‘’obsoleto’’ (sin generalizar).
Pensé en uno de esos ancianos amantes a la soledad, esos a los que les preguntas algo y te miran con cara de ‘’ ¡Este fue el colmo, como me va hablar a mí de eso siendo más viejo y por consecuencia más sabio que esta!’’ espere paciente una respuesta poco grata, sin embargo se giró para verme bien el rostro arrugo la cara (quizás para verme mejor, como el lobo) y me preguntó: ¿Qué sabes tú sobre estas cosas?
Le dije que tengo una tía medico que siempre está amonestándome por leer bajo cualquier luz opaca. Pareció aprobar mi sugerencia y cerró el libro ubicando antes el separador.
Quería hablar y a mí no me molestaba escucharle, me contó sobre su esposa, su único hijo, el dinero que una vez le robaron, sus viajes al extranjero, los escritores que más le agradan y que casualidad que coincidimos con un escritor ruso Antón Chejov Obviamente él sabía mucho más de él que yo, me recomendó unos libros y me habló un poco en ingles, un poco en francés.
Nos levantamos, yo le seguí y supervisé que no se cayese al tropezar con una pequeña subida en el oscuro, caminé delante, vi a mi hermana le llamé y cuando volteé a despedirme del señor, no estaba y solo me di vuelta por unos 10 segundos, su armazón biológico es muy ágil pensé, pero no descarté la idea de que fuese un ser de otro lugar y tiempo (hay que darle espacio a la excepción).
No le volví a ver…
Sigo esperando volverlo a encontrar, espero; no leyendo bajo la luz opaca del parque.

PD: Si tuviese mi edad definitivamente estaría completamente enamorada.

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