Cuarta noche de navidad, frio, campanas, nieve artificial y platillos gourmet.
9 mujeres reunidas, coquetas, con estilo, brindan por un nuevo año lleno de prosperidad y oportunidades.
-Brindemos por los nuevos amores –dice Marian, la más coqueta de todas, con sus labios rojos como el gorrito de papá Noel, un escote a lo Paris Hilton y tacones plataforma – ¡Este año si!
-¡Brindemos también por la felicidad que se encuentra en las pequeñas cosas!- dijo Helena, está a diferencia vestía coquetamente sencilla, zapatillas marrones, vestido marrón de seda y una coronita dorada.
-¡Sí!- la interrumpió Sara- una pequeña mansión, una pequeña fortuna, un pequeño auto último modelo, es que… ¿Qué más podría pedir?
Risas
Al otro lado del video, la cara vacía de Cintia casi invisible, nadie la nota, quizá porque viste de negro, quizá nadie quiere arruinarse la noche escuchando historias tristes, está rodeada de un mar de gente. Completamente sola.
Busca con la mirada cansada, se quita los lentes y los soba contra el mantel de navidad…
-¿Es que hay ciegos aquí?
-¿Por los nuevos amores? – pregunta clara sonriendo.
La sonrisa de clara contagia a Cintia, ella piensa:
Prefiero una pequeña mansión, una pequeña fortuna, un pequeño auto último modelo. Es navidad, tirin tirin tirin.
Copa al aire, sonrisa, ojos pintoreteados de negro encendidos incredulamente…
-¡Este año si!
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